El día de hoy se presentó la clase magistral Sustos, fotogramas y algoritmos, el cine de terror en la sala 3 del Conjunto Santander de Artes Escénicas, dentro del contexto de la edición 39 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), que contó con el renombrado director de fotografía Checco Varese al frente, quien compartió con los asistentes su experiencia en el mundo del cine, sus comienzos y los desafíos que las nuevas tecnologías presentan a la industria cinematográfica.
La carrera del peruano comenzó cuando el equipo de National Geographic arribó a su país para filmar un documental en 1984. Varese descubrió su verdadera vocación por el cine tras ser invitado a participar en el proyecto y desde entonces decidió dedicar su vida al cine. Su trayectoria incluye trabajo en documentales, como camarógrafo de noticieros y corresponsal de guerra, aunque actualmente su carrera abarca una amplia gama de proyectos que incluyen pilotos, series, películas y más.
Dentro de su filmografía se pueden encontrar títulos como: It. Capítulo 2 (2019), The Strain (2014), True Blood (2008) y Por la libre (2000). El director de fotografía comentó que, a pesar de haber terminado trabajando en muchos filmes de terror: “Yo no veo películas de horror, porque me dan miedo”. Sin embargo, reconoce que es un género en el que se pueden explorar todos los miedos que uno tiene. Para él, el lenguaje de la cámara es crucial, ya que es el medio a través del cual puede transmitir sus ideas.
También conocido como Pilot Maker, Varese ha logrado convertir en series 23 de los 27 pilotos que ha filmado y, comentó, que en su opinión los pilotos son elementos muy divertidos ya que funcionan como una película. En cuanto a los fotogramas, él considera que son un resumen de lo que está tratando de decir, lo que se quiere plasmar.
Por otra parte, opinó que el algoritmo de los servicios de streaming son una tortura para los directores, ya que al recoger la información de los espectadores hacen que se creen producciones “a la medida” y obliga a modificar escenas o guiones para atraer al público en todo momento. Añadió que la única forma de “defenderse” del algoritmo es aprender de él. Trabajar la información que recopilan y adaptarla de buena manera a las historias.
Finalmente, Varese habló de la importancia de trabajar en conjunto con el director, pues él es la única persona que es responsable del proyecto. Asimismo, confesó que sostiene una “relación amorosa” con la cámara, donde su subconsciente y el plano transmitido por la misma se fusionan en uno, en una relación de entendimiento mutuo.