“NO EXISTIMOS SIN MEMORIA”: MARIA DE MEDEIROS EN LA EDICIÓN 40 DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE EN GUADALAJARA

En el marco del Festival Internacional de cine en Guadalajara (FICG40) se proyectó el largometraje Capitães de Abril (2000),  una película sobre memoria y revolución que cuenta la historia del golpe de estado militar pacífico en contra el régimen dictatorial de António de Oliveira Salazar en Portugal. La cinta fue dirigida por la invitada de honor Maria de Medeiros, quien sostuvo una enriquecedora charla con el moderador Gonzalo Lira tras la función. 

Hija de un padre músico y una madre periodista política, Maria nace en Lisboa, pero crece en Austria. Regresó a Portugal después de la Revolución de los Claveles en 1974 que terminó con 13 años de guerra colonial. Gracias al trabajo de su madre, a la actriz le tocaría conocer a la mayoría de los jóvenes revolucionarios que protagonizan la historia real representada en Capitães de Abril

«No hay dos revoluciones como esta». Para de Medeiros, hacer consciencia de lo que representó haber vivido un momento histórico único en su clase como la Revolución de los Claveles también implicó asumir el “deber vital de contar esta revolución desde la perspectiva de los jóvenes capitanes». El proyecto le tomó 13 años de un trabajo de documentación extraordinario –iniciado a sus 21 años– y la enfrentó a los prejuicios de un entorno que la desvalorizaba por su edad y su género, especialmente al tratarse de una película de guerra.

La actriz reconoció que hoy, más que nunca, es importante contar este tipo de historias como un ejercicio de memoria en una época en la que: “Hay un apagar de la memoria, no existimos sin memoria. Vemos resurgir cosas que parecían absolutamente imposibles mientras tienes memoria de lo que pasó, pero hay un apagar sistemático, ordenado y estratégico de la memoria”, comentó.

Desde niña, Maria tuvo claro que su camino profesional estaría ligado a las artes. Comenzó sus estudios en filosofía en París, pero no fue hasta que un amigo de su madre, el director João César Monteiro, la llevó a descubrir su vocación por la actuación al ofrecerle el papel protagónico en la película Silvestre (1981).

Su vida familiar la llevó a descubrir el mundo a través de distintos idiomas y culturas, algo que más tarde se reflejaría en su carrera cinematográfica. “Yo soy totalmente una hija del cine de autor”. La trayectoria de la actriz se ha distinguido por colaborar con directores de diversas partes del mundo y por mantenerse fiel al cine autoral, un camino que le ha permitido encontrarse con historias únicas e interesantes.

Para Maria de Medeiros, el cine es un punto de encuentro entre todas las artes: un medio de denuncia, de memoria y una forma de contar historias desde nuevas perspectivas. “Me interesa cuando hay un pensamiento detrás de los proyectos”, pero aclara que para ella la principal prioridad es que el arte sea libre.

Con una trayectoria llena de diversidad y riesgos, el trabajo de Maria de Medeiros recuerda el papel del arte como algo que salvaguarda la memoria colectiva y nos recuerda que: “Sólo se puede hacer cosas desde la conciencia en este momento justamente en que la verdad está absolutamente borrosa, pero algo de nosotros tiene que ser capaz de insurgirse”.

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