MOLUSCO: JOSÉ IGNACIO SOLÓRZANO “JIS” EN EL FICG40

En el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG40), se presentó Molusco, el documental biográfico que explora la trayectoria profesional y creativa de José Ignacio Solórzano, Jis, uno de los moneros más influyentes de México. La proyección se realizó bajo el programa Galas a Beneficio, cuya recaudación será donada al Asilo San Vicente de Atotonilco el Alto, reafirmando el compromiso social del festival.

Antes de la proyección, se llevó a cabo una sesión de preguntas y respuestas en la que Jis conversó con el público acompañado del monero Trino Camacho, el director del documental Mauricio Bidault y la productora Vanessa Romo. En un ambiente relajado y con mucho humor, el creador tapatío compartió detalles sobre sus inicios, su proceso creativo y cómo vivió la experiencia de ser retratado en un documental.

Jis confesó que al principio pensó que el proceso lo haría sentir demasiado expuesto, pero para su sorpresa, fue mucho más llevadero de lo que imaginó: “La verdad pensé que me iba a sentir más invadido, pero fue realmente muy espaciada, o sea, como tenían más gente que visitar y entrevistar. Lo  sentí muy leve. Más bien a mí me impresionaron los tiempos de la gente que hace cine […] es otra medida del tiempo, la de la gente que hace cine. Felicidades.”

Durante el documental, Jis reflexiona sobre la transformación del humor gráfico en la era de la corrección política. Considera que estos nuevos enfoques sociales no son negativos, muchas veces son necesarios, pero reconoce que proviene de un pasado en el que, probablemente, algunas expresiones o enfoques no serían tan bien vistos hoy. A través de su voz y su obra, plantea las tensiones entre los límites actuales del humor y la libertad creativa.

Molusco ofrece una mirada cercana al surgimiento de la carrera de Jis, sus inspiraciones, su particular proceso creativo y los retos que enfrenta al intentar encajar en un contexto social cada vez más vigilante con los límites del humor. El documental se convierte así en un retrato sincero de un creador que, entre trazos y carcajadas, sigue preguntándose dónde está la línea y quién la dibuja.

La función cerró con aplausos y una cálida respuesta del público que, entre preguntas y respuestas, celebró al monero tapatío en una función dónde se reconoció no sólo al cine, sino también el poder de la risa para cuestionar, incomodar y conectar.

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