En el marco de la edición 39 del Festival Internacional en Guadalajara (FICG), se realizó una proyección especial de la película Abel (2010). Este evento destacó por la presencia del propio director, Diego Luna, quien estuvo respondiendo algunas preguntas del público.
En esta historia, Abel, un niño de 9 años, ha sido internado en una clínica de salud mental debido a su comportamiento desconcertante y negativo. Su madre, soltera, convencida de que reunirlo con su hermana y hermano mejoraría la situación, persuade al médico del niño para que le deje volver a casa por un tiempo. Para sorpresa de todos, Abel asume el rol de cabeza de familia, hasta que su padre regresa a casa y se genera un conflicto inesperado.
El director comentó que la película nació como una declaración de amor a su familia. “También es una declaración del padre que no quisiera ser y para hablar de un hogar fragmentado”, agregó Luna.
De igual manera, Diego compartió que su experiencia como director “fue un ejercicio muy bonito para entender qué pasa en los procesos a los que el actor no está invitado”.
“Me siento muy orgulloso, una como director, de poder contar una historia, y otra, como actor, de poder crear un espacio donde los actores pudieran ser libres”, destacó Luna frente al público.