Dentro de las actividades de la edición 39 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), Annemarie Meier, autora del libro El cortometraje: el arte de narrar, emocionar y significar presentó la segunda edición de su obra junto a Poli Villa, cortometrajista y exalumna de Annemarie. Esta nueva versión indaga más en lo que la autora llama “el arte de la reducción” o “el destilado fino de la narrativa”.
En la presentación, la autora habló del verdadero valor del cortometraje, haciendo énfasis en el poco mérito que se le da dentro de la comunidad del cine, donde desde la formación de este arte, se le aborda más como un ejercicio previo al largometraje. Annemarie también resaltó la escasa difusión y apertura en cuanto a la exposición de los mismos.
La también crítica de cine afirmó que “el cortometraje deberá tener claro con quién comunicará y qué comunicará, dejando detrás la narrativa, siendo lo emocional lo más importante”, recordando que dentro de lo limitado, se buscará transmitir en mayor medida al público.
Con respecto a las nuevas tecnologías, Annemarie comentó: “Dudo que una inteligencia artificial tenga algo que comunicar” y complementa diciendo que las considera más como una herramienta para actividades técnicas, pues no tienen el poder de sentir, por lo que alguna creación realizada mediante inteligencia artificial carecería del destilado de emociones que se espera transmita un cortometraje.
Finalmente, dentro de las inquietudes presentadas por el público, se abordó el cómo se puede llegar a un cortometraje a través del largometraje, esto abstrayendo la esencia de la historia para llegar a una versión que tome instantes y comprenda su importancia para dirigirlos “más por el pensamiento que por la narración”.